No sé, pero cada vez que desciendo desde las alturas del campus de mi Universidad, puedo ver aquel manto azul, (algunos días es de color esmeralda, otras veces se ve oscuro, depende del día) ese manto que danza con suaves y a la vez turbulentos movimientos es el mar.
Lo gracioso de esto, es que estando a unos pasos de aquello, no puedo disfrutar, no es que no quiera, es que el tiempo no me lo permite; y cada vez que me quedo mirando absorta el mar en la Colina, o suena mi celular o recuerdo que debo hacer algo, anything!
¿Saben? una vez rompí la "rutina", fui capaz de quedarme en el mirador deleitándome con aquella escena, porque creo que las cosas sencillas alimentan el alma, puedes sonreír, puedes llorar, el mar nos da esa posibilidad de sentir variadas emociones, y yo ese día sonreí, cerré mis ojos y susurré: Fin.
Bonita imagen, no creen? Podría haber puesto una del mar, pero lo que más rescato de ese día, fue haber visto una escena así, justo al atardecer. Recomiendo romper la rutina, aunque sea una vez a la semana, aquellas cosas simples... nos ayudan en la vida.
Hola, retomé esta adicción, siempre subiré un escrito mio poniendo #, cuando quiera contarles algo de mi, tendrá un título :)
Besos y bendiciones, Fran!
Me encantaba mirar el mar desde la Colina, lo mejor era cuando tenía el bloque de las 11 y de las 1430 arriba porque así almorzaba en el casino y a veces me iba al mirador a fumarme un cigarrito mientras contemplaba el mar. Otras veces, dependiendo lo avanzado del semestre, me iba a dormir por ahí o a leer, jajaj.
ResponderEliminarMe alegra que retomaras los escritos, aquí tendrás a una lectora fiel :)