lunes, 20 de agosto de 2012

#9

Creo que es hora de decir adiós...

Así de simple, sin dolor, sin sentimiento, ni siquiera me miraste; tan sólo lo dijiste y te fuiste.
Tal vez no querías ver mi expresión cuando pronunciaste esa palabra, no te atreviste a mirarme a la cara, no te dignaste a decírmelo en mi cara, simplemente fuiste un cobarde.
Puede que suene como una chica despechada, pero no lo soy; pues creo que me hiciste un gran favor diciéndome adiós.

Jamás encajamos, jamás nos entendimos, tú en tu mundo y yo en el mio, cada uno vivía su momento, no compartimos nuestros sueños, y aún no logro comprender porque estuvimos juntos.
Tal vez, porque ambos le tememos a la soledad, y de una simple amistad, confundimos sentimientos y nos buscamos, y finalmente pasó.

Y nos ilusionamos (...) y cometimos el error.

Y así fue, pasaron ¿Cuantos? 2 años, para darnos cuenta que esto no daba más, pero no nos atrevimos a decirnos la verdad; hasta que tú diste el paso.

Y pensar que en aquella banca todas las tardes me acompañabas y nos contábamos nuestros problemas como amigos, como simples amigos que eramos, y ahora en esta misma banca ha sido testigo de un adiós sin retorno.

Sin retorno (...)

Ese adiós tuyo duele, se va un amigo, un compañero, simplemente te vas; y si nos vemos en algún lugar, sé que ni tu ni yo no nos miraremos.


2 comentarios:

  1. Sabes que? Me siento identificada. No sé, hace poco también viví una despedida sin retorno. Y siento que fue la mejor decisión, pues éramos dos mundos diferentes. A veces, cuando las piezas no encajan, es mejor tomar cada uno su camino. Yo ahora comprendo que me esforcé demasiado por alguien que ni siquiera me tenía en cuenta, que aunque él fingiera, no teníamos tampoco ningún proyecto. Así que creo que las cosas suceden por alguna razón. Siempre.

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  2. MUY DURO TU TEXTO. PERO CUANDO LAS COSAS TOMAN COLOR DE ADIOSES, ES MEJOR DECIRLO. UN PLACER VISITAR SU ESPACIO.
    UN ABRAZO

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